El pensar en su mas alto sentido, abraza toda la acción intelectual.
Desde el más simple acto de percepción, hasta el vuelo atrevido de la imaginación o el profundo proceder del raciocinio.
Adquirir el modo de usar, de la mejor manera posible todas las facultades intelectuales, es el fin primordial de la cultura y parece obvio que el mejor medio para conseguir este fin es practicar ejercicios, especialmente adaptados para guiar a la mente al pensar.
Una de las principales causas del mal éxito en los estudios, es el descuido o la impotencia, de excitar la mente del discípulo para que se ejercite con pensamientos vigorosos y propios.